Existen diferentes marcas que apelan a la estrategia de respaldo científico para promocionar los productos. Hemos observado los casos de Vidacol, Danonino, Actimel, , Sensodoyne, Colgate y Activia. Comprobamos que en algunas ocasiones existen denuncias por supuesta falta de ética por parte de las marcas. A través del análisis de las publicidades nos preguntamos si el respaldo científico que aparece en las publicidades es serio y comprobado o si es simplemente una estrategia de venta.
¿Es mito o realidad?
Caso Vidacol:
Vidacol es un alimento a base de yogur descremado con fitoesteroles.La Serenísima asegura que se han efectuado estudios clínicos que han demostrado que Vidacol reduce los niveles de colesterol LDL. Según la empresa, los estudios en personas demostraron que el consumo diario de 1.6 g. de fitoesteroles (lo que equivale a una botellita del yogur por día) actúa en la reducción de colesterol luego de tres semanas.
La Asociación de Consumidores Argentinos realizó una denuncia en la ANMAT y otra en la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Nación. Afirmaban que publicitar alimentos como si fuesen medicamentos está prohibido por el Código Alimentario.A partir de denuncias como esta, se logró que a partir del 15 de abril de 2009, la ANMAT modificara la ley de publicidad con la intención de reducir el uso de conceptos médicos en la publicidad de productos que, en su rótulo farmacológico, no son más que yogures pero que sin embargo, son consumidos como medicamentos e inducen a la gente a reemplazar la consulta y el tratamiento médico.Si a partir del 3 de junio del 2009 continúan publicidades con estas características, la ANMAT les enviará una notificación para levantar la publicidad.
Caso Danonino
El yogurt Danonino, un postre que promete hacer "crecer" a los niños, mostrando en sus publicidades cómo un niño que por ser "bajo" es rechazado por su entrenador, y que luego de consumir el producto, logra entrar a su equipo.Este anuncio, junto con otros de la misma marca, fueron denunciados a partir del testimonio de un grupo de pediatras del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quienes comentaron que habían recibido casos de madres que habían dejado de dar el almuerzo a sus hijos porque estaban convencidas de que el postrecito era suficiente para hacer crecer a sus hijos.
Caso Actimel
Es un yogur de la Serenísima que ayuda a reforzar las defensas. Hubo un mail controvertido que alertó a mucha gente que decía que “Actimel surgió como un medicamento para esas pocas personas que no elaboraban el L. Casei Defensis. Pero ese universo es tan pequeño, que el medicamento resultó no rentable." Es por eso que para hacerlo rentable fue vendida su patente a empresas alimenticias con la condición que estableció la Secretaría de Salud de que (La Serenísima) debía indicar en su publicidad que el producto no debía consumirse por un tiempo prolongado. Y ellos cumplieron, pero en una forma tan sutil que ningún consumidor lo percibía. Por ejemplo: “desafío Actimel: consúmalo durante 14 días” o “haga de agosto su Actimel”.
Para contradecir el mail, Danone creó una publicidad donde se aclara el tema y se comparten los beneficios de Actimel. Además en la página web, la empresa aclara lo positivo del producto.
Caso Sensodyne
En Argentina, los spots de Sensodyne siguen en general la misma línea publicitaria. Se acude a un odontólogo. Se pone su número de matrícula y nombre para que no queden dudas de su autoridad y se recomienda la marca de manera directa. Por ejemplo, en una de las publicidades la odontóloga afirma: “Cualquier persona puede tener dientes sensibles…Me siento muy tranquila de recomendar Sensodyne a mis pacientes porque para mí Sensodyne es una marca excelente…nueve de cada diez odontólogos usan o recomiendan Sensodyne”.
¿Es mito o realidad?
Caso Vidacol:
Vidacol es un alimento a base de yogur descremado con fitoesteroles.La Serenísima asegura que se han efectuado estudios clínicos que han demostrado que Vidacol reduce los niveles de colesterol LDL. Según la empresa, los estudios en personas demostraron que el consumo diario de 1.6 g. de fitoesteroles (lo que equivale a una botellita del yogur por día) actúa en la reducción de colesterol luego de tres semanas.
La Asociación de Consumidores Argentinos realizó una denuncia en la ANMAT y otra en la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Nación. Afirmaban que publicitar alimentos como si fuesen medicamentos está prohibido por el Código Alimentario.A partir de denuncias como esta, se logró que a partir del 15 de abril de 2009, la ANMAT modificara la ley de publicidad con la intención de reducir el uso de conceptos médicos en la publicidad de productos que, en su rótulo farmacológico, no son más que yogures pero que sin embargo, son consumidos como medicamentos e inducen a la gente a reemplazar la consulta y el tratamiento médico.Si a partir del 3 de junio del 2009 continúan publicidades con estas características, la ANMAT les enviará una notificación para levantar la publicidad.
Caso Danonino
El yogurt Danonino, un postre que promete hacer "crecer" a los niños, mostrando en sus publicidades cómo un niño que por ser "bajo" es rechazado por su entrenador, y que luego de consumir el producto, logra entrar a su equipo.Este anuncio, junto con otros de la misma marca, fueron denunciados a partir del testimonio de un grupo de pediatras del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quienes comentaron que habían recibido casos de madres que habían dejado de dar el almuerzo a sus hijos porque estaban convencidas de que el postrecito era suficiente para hacer crecer a sus hijos.
Caso Actimel
Es un yogur de la Serenísima que ayuda a reforzar las defensas. Hubo un mail controvertido que alertó a mucha gente que decía que “Actimel surgió como un medicamento para esas pocas personas que no elaboraban el L. Casei Defensis. Pero ese universo es tan pequeño, que el medicamento resultó no rentable." Es por eso que para hacerlo rentable fue vendida su patente a empresas alimenticias con la condición que estableció la Secretaría de Salud de que (La Serenísima) debía indicar en su publicidad que el producto no debía consumirse por un tiempo prolongado. Y ellos cumplieron, pero en una forma tan sutil que ningún consumidor lo percibía. Por ejemplo: “desafío Actimel: consúmalo durante 14 días” o “haga de agosto su Actimel”.
Para contradecir el mail, Danone creó una publicidad donde se aclara el tema y se comparten los beneficios de Actimel. Además en la página web, la empresa aclara lo positivo del producto.
Caso Sensodyne
En Argentina, los spots de Sensodyne siguen en general la misma línea publicitaria. Se acude a un odontólogo. Se pone su número de matrícula y nombre para que no queden dudas de su autoridad y se recomienda la marca de manera directa. Por ejemplo, en una de las publicidades la odontóloga afirma: “Cualquier persona puede tener dientes sensibles…Me siento muy tranquila de recomendar Sensodyne a mis pacientes porque para mí Sensodyne es una marca excelente…nueve de cada diez odontólogos usan o recomiendan Sensodyne”.
Caso Colgate
En sus publicidades, Colgate suele acudir a odontólogos que recomiendan el producto. Dice ser "la marca número 1 recomendada por odontólogos". Se apelan a estudios científicos que aseguran que Colgate, con sus micropartículas ayuda a blanquear los dientes, o que previene la formación de la placa.
Caso Activia
Activia es un yogur elaborado por la Serenísima. En todos los comerciales se afirma que ayuda a regularizar el tránsito intestinal. En general, se utiliza como estrategia creativa el testimonio: se muestran a mujeres charlando sobre el problema del tránsito lento y los inconvenientes que esto les ocasiona (mal humor, hinchazón, etc.). Cuando aparece Activia, el tono de la publicidad cambia. Es como una solución mágica.